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UC - Críticas

Año: 2014.

País: USA.

Duración: 119 min.

Género: Comedia dramática.

 

Dirección: Alejandro González Iñárritu.

Guion: Alejandro González Iñárritu, Nicolás Giacobone, Alexander Dinelaris y Armando Bo.

Producción: Alejandro González Iñárritu, John Lesher y Arnon Milchan.

Diseño de producción: Kevin Thompson.

Vestuario: Albert Wolsky. Distribuidora: Hispano Foxfilm.

 

Estreno en España: 9 Enero 2015.

Interpretación: Michael Keaton (Riggan), Zach Galifianakis (Jake), Edward Norton (Mike), Amy Ryan (Sylvia), Emma Stone (Sam), Naomi Watts (Lesley), Andrea Riseborough (Laura).

 

UN TOUR DE FORCE DE NARRACIÓN CINEMATOGRÁFICA


Alejándro González Iñárritu da la campanada con esta obra mayúscula, un melodrama épico de pulso vibrante que no da un respiro desde que se levanta el telón. Con ‘Birdman’ el mexicano no sólo se saca de la manga un emotivo descenso a los infiernos del artista, sino que hace un poderoso retrato de las entrañas del escenario donde palpita la dramaturgia entre actores y tramoyistas, a la vez que sugiere una precisa crítica sobre la pesada gravedad que conlleva la popularidad. Y todo eso, mientras pone una pica en la historia del cine narrándolo todo en un sólo y abrumador plano secuencia.




SINOPSIS: Riggan Thompson (Michael Keaton) es un actor en declive que en la década de los noventa alcanzó la fama internacional interpretando a un superhéroe en la gran pantalla. Ahora intenta levantar una complicada obra de teatro para demostrarse a sí mismo que es un artista con talento. Sin embargo, en el frenesí de las bambalinas el ego de los actores, la presión de la crítica y los fantasmas de su pasado convertirán en una pesadilla el esperado estreno de la obra que adapta, dirige e interpreta.


 

Ver ‘Birdman’ es una experiencia sobrecogedora, no sólo para cinéfilo experto que al cabo de un rato intentará localizar los empalmes de este titánico plano secuencia que lo conforma, sino para el espectador general que no tendrá tiempo de soltar el aire desde que aparece levitando en pantalla Michael Keaton, el antihéroe  definitivo que a lo largo de dos horas de verdadera montaña rusa se reinterpretará una y mil veces a sí mismo.  Su presencia y constante deconstrucción bien puede reflectarse en aquella experiencia con los ‘Batman’ de Tim Burton, y en cierto modo este nuevo superhéroe picudo funciona incluso mejor con esa referencia. Pero con este quiño Iñarritu ha conseguido camuflar hábilmente el verdadero objeto de estudio y mofa: que es él mismo con ínfulas de dramaturgo en un mundo de oropel cinematográfico donde el que más y el que menos acaba por plantarse unas mallas y un traje de licra para aumentar sus seguidores en Twitter.



Mientras tanto, con ‘Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)’ Iñarritu no sólo ha puesto a prueba conceptos arquetípicos como el arco dramático o la estructura narrativa, sino que marca un antes y un después en la técnica de la edición y montaje, con la que ya había estado experimentado hasta límites antinatura en otras obras de culto como ‘Biutiful’ (2010), ‘Babel’ (2006), ’21 gramos’ (2003) y muy especialmente su ópera prima ‘Amores perros’ (2000). De acuerdo que el uso del plano secuencia puede tildarse de efectista. Y de acuerdo también que Alexander Sokurov ya grabó enterita su ‘Russian ark’ (2002) con este recurso. Pero si aquella se apoyaba en exceso en la narración en off para conseguir coherencia, la que nos ocupa despliega sus alas libremente para condensar tres días de desarrollo argumental (con sus días y sus noches), todo un carnaval de personajes y diálogos (incluido un Edward Norton desatado), una decena de interiores (incluyendo un teatro repleto de público) y varios exteriores (Times Square incluido). Nunca se ha visto nada igual.




UC (Manu Cabrera).

TRAILER